miércoles, 26 de junio de 2013

Égalité

"Nacimiento, crecimiento y talento, todos los humanos ¡son diferentes!, es cierto las personas nacieron para ser diferentes; es por eso que las personas pelean y compiten entre ellas, de ahí es que la evolución toma su lugar, la desigualdad no es maligna, la igualdad si."

Una frase imponente...acertada, por lo menos relativamente. Durante los últimos siglos, nuestras sociedades han luchado, ya sea de manera progresista o conservadora, a través del tema de la igualdad
Allá por finales del siglo XIX...comienzos del siglo XX, se da un proceso histórico clave en el mundo del trabajo. Se comienza a ver la figura del obrero (en ascenso ya en el mundo), como un individuo que forma parte del sistema productivo, y como tal, debe ser reconocido y respetado. Aparecen las primeras leyes pro operario, las cuales le garantizarían al mismo derechos por el solo hecho de ser tal. Derecho a huelga, remuneración justa, jornada laboral, condiciones salubres de trabajo, etc.
Impulsados por las posturas socialistas en auge, esta idea de equilibrar la balanza capital-trabajo toma fuerza y referentes.
¿Cual es el problema y peligrosidad de esto?. 
Simple: Crear condiciones de igualdad, en sujetos, que dado sus características  propias se diferencian notablemente, crean una situación de mayor desigualdad.
Es por ellos que la mayoría de las leyes laborales ajustan en sus estatutos, mecanismos que den cuenta de esta situación y vean la posibilidad de atenuar las diferencias.
Este sentido puede adaptarse a casi cualquier tipo de discusiones sobre igualdad. Ya que las características propias de los humanos, determinarán su vida.
Lamentablemente, para las jóvenes almas utópicas, esta situación tiene una existencia incontable, y por las propias características de las personas no va a cambiar.
Es por eso que Hobbes en su libro "El Leviatán" crea esta idea del contrato social o pacto social. Por el cual, los individuos se someterían al Estado, para que regule y extinga la situación de la supervivencia del más fuerte (lo cual nunca desapareció a pesar de todo).
A su vez, nos plantea otra frase: “Bellum omnium contra omnes”.  
Lo cual nos plantea la idea de que la naturaleza humana es una lucha de todos contra todos, una lucha en la que todos somos lobos de nosotros mismos (homo hominis lupus). Y remata con la idea de que: "La vida del hombre es solitaria, pobre, malévola, bruta y corta.". Esta ultima, la voy a desestimar, ya que la encuentro errónea (sin ofender a Hobbes, del cual estoy  a un abismo de distancia intelectual), en su esencia. Puede que el hombre llegue al mundo desprovisto de todo, y sea su familia quien se lo de en primer instancia. Pero el hombre no ha evolucionado de la manera en que lo hizo de casualidad. De ninguna manera es solitario, necesita de los demás, ya que a comparación de otros animales, que nacen y ya están corriendo por ahí, el hombre para sobrevivir al nacer necesita de atención (acá le podemos dar la razón a lo de "bruta"). Ahora "malévola", es discutible...pensemos en el niño de escasos años, que desconoce del mundo. Criatura egoísta por si las hay, y a medida que crece puede manifestar aún más, por ejemplo en la disputa de un juguete con el primo. Afloran los celos, los enojos, incluso podríamos vincularlo con el complejo de Edipo (Mamá es mía). Pero la persona crece, como su proceso de maduración e irá asimilando sus diferentes roles sociales. Se chocara con la cultura y la estructura social, y se le impondrá que es lo correcto y no, que es legal e ilegal. Pero no olvidemos que la construcción de estás mismas, se ha a dado por un proceso de miles de años. Y tal desarrollo, no podría haber sido logrado sin el consenso de los participantes. Es decir, que los diferentes puntos de la historia, el hombre entendió por una idea de "no haré lo que no me gusta que me hagan" los conceptos del bien y el mal. Es por ello, creo que el hombre no es malévolo por naturaleza, sino inconsciente de la noción, y gracias a que no es un sujeto solitario, la crea internamente. 
El concepto de "corta" es demasiado abstracto, necesitara un tratado particular que no va al caso.
Retomando, este humano que se presentara en un mundo, con cual compartirá su suerte, con otros tantos, necesariamente desarrollara sus mecanismos de diferenciación, pero no por egoísta, solitario, lo que fuere...sino por que su esencia, se lo dictará, por que a través de su vida (corta o no), tratará de trascender. Creará maquinas, técnicas,  estilos, modas, costumbres. Los humanos son iguales, por que es su raza, pero los  hombres, se formaran irremediablemente diferentes. Y gracias a esto, han surgido grandes maravillas de la creación (no quiere decir que ignore los horrores de la misma). 
Entonces las corrientes dirán "Igualdad de trato", "Igualdad de oportunidades"...debate de cuestiones políticas. Pero hay que pensarlas, que justamente, no hay igualdad, por que hay claras diferencias. La solución sería, dejar de pensar tanto en una cultura de integración homogénea  y admitir las diferencias, admitir la heterogeneidad, caraturarla, tratarla como tal y luego integrarla al sistema en el que se encuentre. Así, estará en cada uno, tenerle paciencia o no, en silencio, sin reprimirla. Después de todo, somos libres. 
Es un hecho que esto haya devenido en las ultima décadas en un proceso de heterogeneidad de la estructura social, es decir tanto una segmentación cultural como de estratos. La emergencia de una percepción de una sociedad dual en algunos casos, donde la mezcla social ya no es bien vista. Estos sentimientos que se crearán de un "entre-nos", o en un caso extremo de "la crème de la crème", son procesos del desarrollo de la historia, formas que ha tomado la sociedad a partir de los cambios en los sistemas de valorización del capital, y lo único que debería criticarse con notoriedad es la falta de solidaridad y por ende, su contribución a una progresiva polarización social. Pero no esto no quiere decir que hay que enmarcarlas como una repulsión, ya que provienen de la evolución de deseos, conveniencias y libertades de las personas.
Quizá lo más sano sería obviamente que las personas compitan consigo misma como forma de auto-superación , pero a lo largo de las historia, grandes personas se han hecho tal por competir frente a otras, por diferenciarse y querer ser mejores. De todas formas, por supuesto  me encuentro en contra de cualquier hecho de castigo o exclusión por el simple hecho de la diferencia. En todo caso, tales injurias deberían ponerse en juicios en cuestiones de una convivencia social en consenso. Donde el derecho de uno, termina donde comienza el del otro, en un marco sistemático de correctas costumbres y tolerancias. 
Todo se trata de Armonizar y Reorganizar

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