Para empezar podríamos exponer que los seres humanos por lo general tenemos una actitud que peca de confianza. En su extremo podemos decir que la gente miente alevosamente. Es por ello que se hace imposible pivotear sobre la confianza sin la existencia de controles.
Lo podemos ver a diario en el "amor", relaciones las cuales se exigen contraseñas de los mails, seguimiento de lo que se hace, derivados de los celos, interrogación de los fines de semana, etc.
Los controles se vuelven canalizadores de los sentimientos de las personas. De hecho, su uso excesivo puede provocar problemas de diferentes magnitudes.
Hay estudios que dicen, en termino de una campana de Gauss, que en todos los grupos existen un 30% de personas plenamente confiables (no te robarían la billetera por más que este sola arriba de una mesa ), otro 30% en el otro extremo para nada confiables (se las rebuscarían para sacarte la billetera por más que este dentro de una caja fuerte), y un 40% que duda. Este ultimo puede volverse en ciertos términos el más problemático. Ya que es el más propenso a cometer errores en caso de actuar de manera artera. Y es por ello, que quizá muchas empresas terminen despidiendo o suspendiendo a este personal iluso que peco de confianza en términos de hasta quizás "robar una gallina", y los verdaderos maestros del delito, permanezcan inimputables dentro de la organización.
Por un lado, debemos entender que hay gente que es "chorra" y punto. Son amigos de lo ajeno, y pueden camuflarse en cualquier espacio. Que quede claro, este tipo de personajes, aparece hasta en altos niveles de la organización. Hasta los propios lideres, pueden ser lobos disfrazados de ovejas.
Por otra parte, la necesidad de establecer controles, debe ser estratégicamente planificada, ya que a nadie le gusta que lo controlen viciosamente, y puede confluir en conflictos este tipo de acciones. Sin embargo, se supone que mientras alguien haga lo correcto, no debería molestarle que lo controlen. Es una discusión de toda la vida, no planeo resolverla en estos escasos caracteres, aunque personalmente adhiero más a una idea panóptica como la de Bentham.
Como el más cornudo, se acuesta cada noche con su mujer. Uno puede convivir con este tipo de situaciones, ciegamente, e incluso uno mismo podría estar pecando de confianza. Las variables están manejadas por la legitimidad que tenga cada personal (Legal,Moral y Ética). El sentimiento real de confianza se ve corrompido, ya sea por la puesta abusiva de controles (ej: ¿si no tenes nada que ocultar por que no me das tu password?), como por una ceguera inmadura, producto de la cultura, modas u experiencias pasadas, que nos hacen confiar en determinada gente por su estatus social o características exógenas o en menor medida endógenas.
Así que ojo al piojo, antes de depositar lo que hoy aparece como un bien intangible y fácilmente transaccional, pero que si no se cuida como es debido, puede aparejar problemas de diversos índoles. Esto es la confianza.
"La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan."
Simón Bolívar (1783-1830) Militar y político de origen venezolano.
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